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¿Qué son los Mandalas?
Los mandalas y la construcción de ellos, son una forma de meditación activa, un instrumento de contemplación , concentración y relajación.
Representan el “mapa del cosmos”: una pequeña muestra integradora de la proyección geométrica del mundo. Es esa porción del universo que ocupa nuestro ser y nuestra esencia.
Desde el punto de vista psicológico, tiene una función lúdico-terapéutica. No tiene un objetivo explícito, la libertad en la creación va revelando imágenes de la organización interior de la persona que lo realiza, de manera consciente o inconsciente. Básicamente es encontrar la sabiduría a través de figuras geométricas que combinadas – intuitivamente – con la magia de los colores, representan nuestro “creador interno”.
Un mandala posee tres partes básicas: el punto central, la irradiación de ese punto y el límite circular exterior. Estos son los componentes básicos y comunes del mandala. Desde el punto de vista espiritual, son centros energéticos de equilibrio y purificación que colaboran con la transformación del entorno y de la mente de quien medita en ellos (Chakras).
TÉCNICAS:
Para pintarlo, se pueden usar diferentes materiales. Si lo que quieres es exteriorizar tus emociones, puedes colorearlo desde dentro hacia afuera. Si quieres buscar tu centro, coloréalo de afuera hacia adentro. También puedes utilizar otro tipo de material como piedras, arena, tizas, maderas, hojas, etc.
Puedes tejerlos, utilizando varitas de madera, palillos de brochetas, varas de metal o alambre flexible para construir la base. El tejido se realiza con lanas o hilos de colores a elección. Existen diferentes diseños que puedes imitar para luego realizar los propios.
Cualquier técnica que realices te permite decorar objetos y ambientes dándole un toque armónico y artístico.
Los beneficios de hacer MANDALAS:
- Es un elemento de apoyo en la meditación.
- Fomenta la paciencia.
- Despierta los sentidos.
- Fortalece nuestra capacidad de concentración.
- Puedes deshacer bloqueos y tensiones internas.
- Reduce el estrés y produce una sensación de bienestar general.
- Entrena la memoria.
- Desarrolla la creatividad.
- Ayuda a desconectar de las preocupaciones diarias, entre otros.
“En nuestras vidas, buena parte del padecimiento no viene dado por causas externas, sino por acontecimientos como las emociones perturbadoras. El mejor antídoto contra estas alteraciones es aumentar nuestra capacidad para manejar esas emociones” – Dalai Lama
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